viernes, 15 de enero de 2010

EL CENTRO HISTORICO DE QUITO

Quito posee un magnífico centro histórico de los tiempos de la colonia que está perfectamente conservado y que probablemente sea el mejor de toda América.
El jueves día 14 hemos deambulado por sus calles y nos hemos sentido transportados a otra época. Casi todas las casas están perfectamente conservadas y en su época constituían palacios de la burguesía con una planta alta dedicada a vivienda y la baja a almacenes (tiendas).
El centro del centro, es la Plaza de la Independencia donde en cada uno de sus cuatro lados se sitúan la Catedral, el Palacio de la Presidencia del Gobierno, el Arzobispado y el Ayuntamiento.
En el centro de la plaza se encuentra el mal llamado monumento a la independencia ya que se levanta en honor de los diputados que en 1809 cesan en sus funciones a todos los Magistrados y constituyen la primara Junta Revolucionaria contra los franceses “…prestando Juramento solemne de obediencia y fidelidad al Rey…..” lo que evidentemente no es una declaración de independencia.











Visitamos el Convento de San Francisco con su Iglesia y Claustro. Comenzado a edificarse en 1540 se terminó 40 años mas tarde. Es en nuestra opinión el más bonito templo de Quito. Construido en estilo Renacimiento substituye el mármol por el estuco policromado y el pan de oro que recubre las paredes. El techo está terminado con un magnífico trabajo en madera y oro de estilo mudéjar.
A pesar de su riqueza resulta íntimo y conmovedor y transmite un sentimiento de espiritualidad difícil de encontrar en templos suntuosos como este.
El claustro con árboles tropicales es un relajo para la vista y junto a este se halla instalado un museo absolutamente anodino.






























Saliendo de la plaza de San Francisco nos dirigimos a la Iglesia de la Compañía (de Jesús). Es un templo barroco inspirado en la Iglesia del Gesù de Roma y como todo templo Jesuita que se precie compendio de todas las riquezas posibles. No existe en todo el templo un solo centímetro cuadrado que no esté recubierto de oro. La nave central desemboca en un impresionante retablo y en los laterales del crucero se levantan dos altares, uno a cada lado dedicados a San Ignacio y a San Francisco Javier respectivamente. Arcos, volutas, relieves, columnas salomonicas, capiteles corintios con hojas de acanto y toda suerte de elementos decorativos de oro constituyen una muestra de la riqueza jesuítica y probablemente una de las razones de sus frecuentes expulsiones de las que Ecuador no fue una excepción.
En Cuenca, el pasado martes, una monja con bastante sentido del humor definía a los jesuitas como “Cera de últimas voluntades”. Resulta curioso que una parte al menos de la Iglesia los vea solo en su faceta de acercamiento a las grandes fortunas.
El templo a pesar de su riqueza (o quizá por ello) empalaga y no transmite nada de espiritualidad al contrario del caso de San Francisco, pero desde luego es uno de los más representativos ejemplos del esplendor del Barroco.





















Por la tarde Subimos en funicular hasta lo alto del volcán Pichincha (4100 mtrs) y disfrutamos de vistas, frío, cansancio y falta de oxígeno.











Hoy nos despedimos de Quito y por la noche saldremos rumbo a Cuzco. Tardaremos unos días en publicar una nueva entrada que versará sobre Cuzco y el Machu Picchu.
Queremos destacar de Quito los restaurantes “El segundo muelle” muy bueno para los pescados y La Viña, estupenda comida ecuatoriana, las amabilidades y el buen trato recibido del Swissôtel y una mención especial por su estupendo trabajo al equipo que se ha ocupado de nuestros transportes en tierra QUINDE ADVENTURE (quindeadventureecuador@gmail.com)

HASTA PRONTO

EN QUITO EL 13 DE ENERO

Día denso emocionante “católico” y lleno de sensaciones nuevas
Hemos visitado el tesoro de la cripta de la catedral normalmente inaccesible para el público y gracias a las especiales relaciones de Alejandro con la curia se nos han abierto puertas cerradas desde hace años por motivos de seguridad.
En la cripta se custodia con altas medidas de protección lo que posiblemente es la mayorcolección de alhajas y objetos suntuarios religiosos de toda América.
A continuación nos recibió en audiencia especial S.I. el Arzobispo de Quito para que le asesoráramos sobre la posible instalación de un museo en la Catedral que albergue el ya mencionado tesoro.
Por la tarde por mediación del Arzobispo, visita del convento de clausura de El Carmen Bajo acompañados por el catedrático Jorge Moreno.
Allí las Madres carmelitas nos abrieron las puertas del mayor Belén de Ecuador formado ya en el siglo XVIII. (Y van ya dos…)
Al terminar la visita nos llevó Jorge Moreno al Panecillo, una colina con las más bellas vistas de la ciudad y luego fuimos a tomar un helado a una terraza en zona opuesta al Panecillo desde donde tuvimos una maravillosa vista
Cena en el restaurante Alkimia (muy bueno), con ceviches, tiraditos y otros platos típicamente ecuatorianos.
A dormir y reponer fuerzas para mañana que nos espera San Francisco, La Compañía y la subida en funicular al volcán Pichincha.