El cabo Reinga.
Por la mañana del lunes muy temprano hemos salido del hotel que está a borde de agua en el puerto hasta el aeropuerto para tomar un vuelo que nos llevaría a Kaitaia punto de partida para visitar el cabo Reinga. Mirando el mapa de Nueva Zelanda es el que se encuentra en la isla norte completamente al noroeste y alli es donde se unen el océano Pacífico con el mar de Tasmania.
Nuestra sorpresa ha sido mayúscula cuando hemos llegado al avión para embarcar. Se trata de una casi avioneta de 19 plazas en donde el copiloto hace de azafato y no se permite equipaje de mano en el vuelo porque no hay espacio para ello. Delante de nosotros le han puesto combustible al avioncito desde un surtidor como si se tratara de un coche.
Por la mañana del lunes muy temprano hemos salido del hotel que está a borde de agua en el puerto hasta el aeropuerto para tomar un vuelo que nos llevaría a Kaitaia punto de partida para visitar el cabo Reinga. Mirando el mapa de Nueva Zelanda es el que se encuentra en la isla norte completamente al noroeste y alli es donde se unen el océano Pacífico con el mar de Tasmania.
Nuestra sorpresa ha sido mayúscula cuando hemos llegado al avión para embarcar. Se trata de una casi avioneta de 19 plazas en donde el copiloto hace de azafato y no se permite equipaje de mano en el vuelo porque no hay espacio para ello. Delante de nosotros le han puesto combustible al avioncito desde un surtidor como si se tratara de un coche.
Tras 45 minutos de vuelo hemos llegado a destino y desde allí con un coche alquilado hemos recorrido toda la península que termina en el ya mencionado cabo.
Paisaje. Paisaje y paisaje. Nadie en la carretera. En ciento cincuenta kilómetros nos hemos cruzado con ¡4 coches!
El parque nacional donde se sitúa el cabo está muy cuidado y hay carteles con información exhaustiva sobre el sitio.
Paisaje. Paisaje y paisaje. Nadie en la carretera. En ciento cincuenta kilómetros nos hemos cruzado con ¡4 coches!
El parque nacional donde se sitúa el cabo está muy cuidado y hay carteles con información exhaustiva sobre el sitio.
Salvador y Angel nos han llevado perfectamente conduciendo por la izquierda como auténticos “british drivers”.
El remate del día ha sido la visita a la playa de las 90 millas. 150 kilómetros de playa ininterrumpida en donde los coches pueden circular libremente. Cada 20 kms aproximadamente hay una entrada a la playa de modo que se puede entrar por un sitio y salir de la playa por otro lugar a 20 kilómetros de distancia.
Vacía. No había nadie. La temperatura era perfecta, mas o menos 20 grados y el agua templada según Angel que se ha bañado.
El remate del día ha sido la visita a la playa de las 90 millas. 150 kilómetros de playa ininterrumpida en donde los coches pueden circular libremente. Cada 20 kms aproximadamente hay una entrada a la playa de modo que se puede entrar por un sitio y salir de la playa por otro lugar a 20 kilómetros de distancia.
Vacía. No había nadie. La temperatura era perfecta, mas o menos 20 grados y el agua templada según Angel que se ha bañado.