lunes, 8 de marzo de 2010

KUALA LUMPUR Y PUTRAJAYA

Llegamos a Malasia
Kuala Lumpur es una ciudad caótica desde un punto de vista urbanístico. Parece que los edificios los hubieran “plantado” anárquicamente en donde había huecos libres y se mezclan todo tipo de construcciones que nada tienen que ver unas con otras.
Hemos recorrido la ciudad con un calor abrasador visitando entre otras cosas el palacio del rey (se elige cada cinco años entre los sultanes) el templo chino de Thean Hou, la mezquita nacional, y la torre KL.
Pensamos que el único merecimiento que tiene KL para ser una ciudad conocida son las famosas torres gemelas de la compañía nacional de petróleo Petronas. Fueron en su día los dos edificios más altos del mundo y siguen viéndose como dos potentes torres de una muy alta calidad. Por lo demás la ciudad es intranscendente











Resulta curioso ver la nueva capital administrativa Putrajaya sede del gobierno construida toda ella en muy pocos años en un estilo “trifásico oriental” que a pesar de todo resulta muy agradable estéticamente en algunos puntos de la ciudad, especialmente los grandes espacios y los puentes construidos sobre lagos artificiales (el dinero se ve por todas partes).
























Hemos cenado con el embajador de México en Malasia, amigo de Agnes, un personaje excepcional, cónsul en Taiwan a los 18 años, mexicano profundo, enamorado de su país y conocedor de Malasia sus costumbres y su política. Hemos pasado una noche estupenda con sus anécdotas, sus comentarios su simpatía desbordante y su alegría de vivir.
Ya casi somos expertos en política iberoamericana y conocemos todos los datos económicos de Malasia y alguna de sus intrigas políticas. ¡Todo un record para una noche! El recuerdo de esa cena nos acompañará mucho tiempo.
Nuestra siguiente etapa después de KL será una pequeña islita
en el mar del sur de la China a pocos kilómetros de Kota Kinabalú en el noreste de la isla de Borneo. (¿suena muy bien verdad?
Allí no tendremos conexión de internet