Hemos ido al Tigre. Es la localidad desde la que se parte para en barco recorrer los miles de canales ríos y riachuelos que forma el río Paraná en el delta de su desembocadura en el río de la Plata.
A solo 30 Km. De Buenos Aires se encuentra este lugar de esparcimiento en donde muchos bonaerenses de clase media tienen sus segundas residencias.
Es un lugar típico de fin de semana y todas las islas están ocupadas por pequeñas construcciones (casas o cabañas en donde el denominador común es la existencia de un embarcadero ya que solo se puede llegar por el agua).
El paisaje es muy agradable y refrescante aunque no tanto como para soportar los 36 grados de temperatura a los que hemos llegado hoy.
Durante el fin de semana los canales se atascan con los miles (si. Miles) de embarcaciones que circulan.
Hemos vuelto a Buenos Aires por la costa disfrutando de las construcciones residenciales de san Isidro y Olivos.
Ya dentro de los límites de la Capital Federal y a la altura del 8000 de la Avenida Libertador, hemos pasado por delante de la Escuela de Mecánica de la Armada, lugar de tortura y muerte durante la dictadura militar. Un enorme cartel recuerda que ese es un espacio para la promoción y defensa de los derechos humanos. En nuestro recorrido por Buenos Aires estos días hemos visto más de un lugar en el que el correspondiente cartel indica que el Garaje “X” o el almacén “Y” sirvió como lugar de detención y tortura.
Leerlo y mirar el lugar impresiona pero quizá esa sea una forma más de evitar que vuelva a suceder.
Comemos como príncipes excepto en el tema de la pasta que lo hacemos como locos
Ya quisieran los italianos hacer esta pasta….
Y mañana es nuestro último día en la ciudad. Aprovecharemos para los últimos paseos y para ver las cosas que al paso estaban cerradas.
Por la tarde a última hora saldremos para Santiago donde estaremos hasta el domingo.
Es una pena que el vuelo sea tardío porque cruzaremos los Andes de noche.
A solo 30 Km. De Buenos Aires se encuentra este lugar de esparcimiento en donde muchos bonaerenses de clase media tienen sus segundas residencias.
Es un lugar típico de fin de semana y todas las islas están ocupadas por pequeñas construcciones (casas o cabañas en donde el denominador común es la existencia de un embarcadero ya que solo se puede llegar por el agua).
El paisaje es muy agradable y refrescante aunque no tanto como para soportar los 36 grados de temperatura a los que hemos llegado hoy.
Durante el fin de semana los canales se atascan con los miles (si. Miles) de embarcaciones que circulan.
Hemos vuelto a Buenos Aires por la costa disfrutando de las construcciones residenciales de san Isidro y Olivos.
Ya dentro de los límites de la Capital Federal y a la altura del 8000 de la Avenida Libertador, hemos pasado por delante de la Escuela de Mecánica de la Armada, lugar de tortura y muerte durante la dictadura militar. Un enorme cartel recuerda que ese es un espacio para la promoción y defensa de los derechos humanos. En nuestro recorrido por Buenos Aires estos días hemos visto más de un lugar en el que el correspondiente cartel indica que el Garaje “X” o el almacén “Y” sirvió como lugar de detención y tortura.
Leerlo y mirar el lugar impresiona pero quizá esa sea una forma más de evitar que vuelva a suceder.
Comemos como príncipes excepto en el tema de la pasta que lo hacemos como locos
Ya quisieran los italianos hacer esta pasta….
Y mañana es nuestro último día en la ciudad. Aprovecharemos para los últimos paseos y para ver las cosas que al paso estaban cerradas.
Por la tarde a última hora saldremos para Santiago donde estaremos hasta el domingo.
Es una pena que el vuelo sea tardío porque cruzaremos los Andes de noche.