miércoles, 10 de febrero de 2010

LA PENINSULA DE COROMANDEL

Hemos recorrido la península de Coromandel. Playas montañas bosques y un sin fin de paisajes indescriptibles a los que las fotos no hacen justicia. Agapantos y hortensias salvajes por todas partes.
En menos de un kilómetro se pasa de zonas campestres con rebaños de ganado a bosques selváticos donde crecen abigarrados abetos, cedros, araucarias y unos árboles cuyo nombre desconocemos, que tienen forma de palmera y hojas con aspecto y tacto de helechos. Playas extensas, cuevas, bosques devastados por la explotación de la madera junto a grandes repoblaciones forestales. Bahías, islas, montañas, desfiladeros y todo tipo de accidentes geográficos.
Impresionante.













Dormimos en Hahei y nos acordamos de nuestro amigo Carlos el astrónomo porque este debe ser uno de los pòcos puntos "sin luz nocturna" de la Tierra y podemos contemplar un cielo estrellado que ninguno de nosotros ha visto hasta ahora. La via Láctea se aparece como una autopista iluminada en el cielo que da luz a toda la tierra y el número infinito de estrellas que contemplamos nos conmueve