En menos de un kilómetro se pasa de zonas campestres con rebaños de ganado a bosques selváticos donde crecen abigarrados abetos, cedros, araucarias y unos árboles cuyo nombre desconocemos, que tienen forma de palmera y hojas con aspecto y tacto de helechos. Playas extensas, cuevas, bosques devastados por la explotación de la madera junto a grandes repoblaciones forestales. Bahías, islas, montañas, desfiladeros y todo tipo de accidentes geográficos.
Impresionante.