Llegamos a Christchurch en avión desde Rotorua. Es una simpática ciudad de estilo británico-victoriano construida en el siglo XIX por emigrantes seleccionados afines a la Iglesia.
Hacemos una visita a pié de la ciudad y por la tarde como estamos en Nueva Zelanda, no podemos ir a la playa sin más o al cineo a dar un paseo. Siempre hay algo espectacular que hacer y en este caso nos vamos hasta Kaikoura donde embarcamos para tratar de ver ballenas y delfines. La excursión tiene éxito y vemos dos ballenas y centenares de delfines.