lunes, 15 de febrero de 2010

GLACIARES

Al segundo día de viaje de los tres que hemos comentado en la entrada anterior, llegamos al pueblo del glaciar Franz Joseph. Sobre la una de la tarde teníamos contratado un vuelo en helicóptero para sobrevolar los glaciares Franz Joseph y Fox así como el monte Cook que es el más alto de Nueva Zelanda (3.700 mtrs.) y su compañero el monte Tasman que se eleva paralelo a él y solo unos metros por debajo.
La excursión preveía una parada el uno de los glaciares y un paseo por el mismo.
El vuelo se retrasó debido al mal tiempo y por fin salimos con una hora de retraso y advirtiéndonos que solo sobrevolaríamos el Franz Joseph ya que tanto el Fox como los montes Tasman y Cook estaban completamente cubiertos.
Despegamos y sobrevolamos el Franz Joseph. La visión del glaciar desde el aire y solo a un centenar de metros de altura es indescriptible. No incluimos los vídeos en esta entrada porque las conexiones en Nueva Zelanda son más bien primitivas y hemos tardado más de hora y media en subir un vídeo de solo 30 segundos. Queda prometida la incorporación de los vídeos cuando estemos en un lugar de reposo y con conexión de banda ancha. Avisaremos de la publicación.
Una vez en la parte alta del glaciar el piloto considero que había claros suficientes como para salir corriendo en el caso de que se fueran cerrando y tomó la decisión de aterrizar sobre la planicie de hielo. La sensación extraña del ruido del helicóptero dispuesto a despegar y salir zumbando de allí, mezclada con el hecho de encontrarnos pisando hielo de hace millones de años y no querer movernos de allí nos dejó un tanto fuera de juego.
En un momento determinado y después de hacer las fotos el piloto nos dio los gritos de rigor para subirnos a toda prisa porque las salidas se estaban cerrando. Despegamos y después de dos vueltas buscando algún claro para salir parecía que el piloto quisiera aterrizar de nuevo. Angel se calló en ese momento pero una vez que aterrizamos nos dijo que lo había pasado muy mal y que se había visto pasando la noche en el glaciar. Como sabéis él pilotó hasta los 40 años (antesdeayer como quien dice) y por tanto sabía de lo que estaba hablando. Al final de la segunda vuelta el piloto trató de salir por la cima del glaciar en la que había un rayito de sol y al llegar a los pocos segundos ya se había cerrado. Por fin encontró un hueco pegado a la montaña de uno de los lados del glaciar y más acojonados si cabe por la cercanía de las rocas mantuvimos el tipo hasta que por fin vimos el valle y respiramos tranquilos.
Al día siguiente, (esa noche dormimos en el pueblo de Franz Joseph) nos levantamos a las seis de la mañana para ir, si hacia buen tiempo, a………..un vuelo de helicóptero.
El día amaneció sin una sola nube (eso ocurre 30 días al año) y a las siete despegábamos en el vuelo mas impresionante que hayamos hecho en nuestra vida. Sobrevolamos los dos glaciares, pasamos entre las dos cumbres de los montes Cook y Tasman a 3670 metros de altitud y aterrizamos esta vez en el glaciar Fox. Angel se bajó y la verdad es que los demás por miedo a resbalar en el hielo nos quedamos contemplando el paisaje desde dentro.
Os juramos por lo más sagrado que todas estas cosas que estamos contando nos están pasando en Nueva Zelanda y que no son historias inventadas.
¿QUE OS HA PARECIDO?

Vemos que los comentarios al Blog van aumentando así que eso nos anima a seguir escribiendo
Colocamos ahora mismo nuevas instrucciones para entrar ya que ha habido mucha gente que nos ha enviado los comentarios a nuestros emails al no poderlos dejar en el Blog
Hola seguidores todos, soy Agnès otra vez… a ver si m voy aficionando a esto del Blog…
En realidad hoy necesito daros mi versión personal respecto del relato anterior tan ideal y magníficamente redactado por uno de nosotros… ¿Os imagináis por quien?
Pues aquí va MI realidad… Yo no se si he visto el Franz Joseph o el Franco José Mari, el monte Cook o el monte Cake, el Fox o el Flush tan concentrada estaba yo en rezar.
A todos los santos, a la virgen Maria y hasta al Espíritu Santo Y no hacia mas que pensar MI CASA, MI CASA, MI CASA ¡!! La primera vez porque de allí arriba casi no salimos si no es por la destreza de nuestro guapo piloto (menos mal que por lo menos desde atrás se le veía un bonito cuello) y la segunda vez porque este aparato empezó a temblar de tal manera que ya tuve unos últimos pensamientos para los futuros huérfano y viudo que iba a dejar atrás…
Para reponernos del susto nos fuimos a una tienda de souvenirs para comprar unos bonitos regalos para José pero al decirnos la dependienta el precio dijimos los 4 a la vez: “Ahí os quedáis, bonitos “…. A ver si de aquí al final del viaje encontramos algo BBB.
Mañana mas frivolités. Besazo a todos.


















El galciar Franz Joseph






Monte Tasman

Monte Cook



Glaciar Fox













CRUCE DE LOS ALPES Y VIAJE AL SUR

En un viaje de 750 Kms que ha durado casi tres días hemos pasado al lado oeste de la isla cruzando los Alpes (se llaman así) para bajar hacia el sur llegando a Queenstown.
El primer día hemos hecho una parada en Hokitika y nos hemos alojado en el Hokitika Heritage Lodge regentado por Dianne y Chris, una pareja estupenda que han hecho que nos sintiéramos en casa. Vaya desde aquí nuestra felicitación y la dirección por si alguien está interesado.
www.hokitikaheritagelodge.co.nz





Hemos seguido el viaje a través de paisajes que no creíamos siquiera que pudieran existir. De nuevo playas, acantilados, montañas nevadas, bosques con árboles de color rojo, loros que vienen a comer a la mano, cascadas, torrentes y todo tipo de sorpresas.
Seguimos encantados con este país que en su mayor parte está deshabitado. Esta mañana hemos recorrido 70 Kms sin ver una sola casa. La gente es amable en general e incluso los agentes de tráfico son muy simpáticos. Nos han puesto una multa por exceso de velocidad (Max 100kms/h en todo el país) pero lo han hecho con una simpatía que casi no nos ha importado que nos multaran.
Queenstown es una ciudad de montaña casi inaccesible con un ambiente extraordinario. Eso dice Angel...(Hola soy Agnès) pero la verdad es que después de comer en un sitio de carnes estupendo frente al lago y con un día de sol y de calor, nos fuimos Mariés y yo a explorar esta pequeña ciudad cosmopolita mientras los 2 chicos se venían al hotel a descansar… Muchas tiendas, sobre todo de cosas para el deporte, boutiques de souvenirs, restaurantes y cafés por doquier con multitud de gente joven tomando el sol. Hay una pequeña playa al borde del lago y esta tarde estaba llena de gente bañándose. Barquitos de vela, lanchas, yates y un sin fin de transportes acuáticos. Ideal para pasar el verano. Y evidentemente también el invierno ya que aquí al lado, a unos cuantos kilómetros están las pistas de ski… En fin, esto nos esta gustando un montón y ya solo nos faltan 3 días de Nueva Zelanda… Nos iremos con pena de aquí aunque nos nos podemos quejar ya que la siguiente etapa son las islas Fiji. NECESITAMOS DESCANSAR… No sabéis bien lo que cansa esto de los helicópteros a las 6h de la mañana!
En el camino hemos visto dos glaciares y el monte Cook, el más alto de Nueva Zelanda pero eso es una aventura espectacular que merece entrada propia.

















Al fondo del valle el lago y la ciudad de Queenstown